Energías renovables en la construcción

1) Energía solar: La más utilizada en el sector de la construcción por las grandes ventajas que el sol ofrece a la hora de ahorrar energía en materia de climatización. Mediante una correcta orientación de la vivienda al astro solar, es posible minimizar los gastos en calefacción, ya que la vivienda se calienta de manera natural, o, en caso de limas cálidos, orientarla hacia aquellas zonas donde los rayos solares incidan menos. Para aprovecharla, se utilizan tes tipos:

Placas fotovoltaicas: Se colocan, normalmente, en la parte más expuesta del inmueble que es la zona superior; de modo que la energía se almacene y pueda ser transformada en electricidad para el funcionamiento del lugar.

Paneles térmicos: El sol calienta estas placas que contienen un líquido que transporta el calor al interior de la vivienda. Se utilizan generalmente en superficies donde los rayos solares inciden directamente, como es el caso de las zonas rurales

Placas termodinámicas: Son las más utilizadas gracias a su eficacia bajo climas lluviosos o con viento. Cuentan con bomba de calor propia y se valen de la energía de su entorno para asegurar su productividad. No necesitan la radiación directa del sol, el calor ambiental también les sirve.

2) Biomasa: Se crea a partir de materia orgánica generada por la fauna y vegetación. Su empleo en arquitectura es principalmente como combustible. Las calderas que funcionan con carburantes biomasa ofrecen beneficios muy superiores a las que funcionan con gas, no solo en materia de ahorro energético, si no por su menor impacto en el medio ambiente.

3) Geotérmica: Se aprovecha la inercia térmica de la tierra, a través de un conducto de 100 metros para calentar  o enfriar el agua que se transmite al interior de la vivienda que ayuda a climatizar correctamente el inmueble.